Si alguno de vosotros se ha visto en la tesitura de explicarle a un niño qué es un superhéroe, ahora  CaixaBank  te lo pone fácil.

Porque en nuestra entidad hay que resolver incidencias, y por supuesto vender móviles Samsung de 1.000 € o TV de 3.000 €.

Porque en nuestra entidad hay que atender al público y, por supuesto, vender alarmas Securitas o incluso Senior en algunas poblaciones que apenas tienen cobertura.

Porque en nuestra entidad hay que gestionar operaciones de activo y, por supuesto,vender Seguros Generales.

Porque en nuestra entidad hay que tramitar expedientes y testamentarías, y por supuesto, vender Seguros de Vida.

Porque en nuestra entidad hay que gestionar clientes y empleados, y por supuesto, vender coches ( renting ) sin que el cliente  lo vea, lo pruebe, ni pueda elegir el color o el equipamiento.

Porque después de conseguir todo esto, mientras cuestionan en cada momento tu profesionalidad, tienes que volver al día siguiente con la mejor de las sonrisas.

SÍ, ¡ERES UN SUPERHEROE!

Este mes, es el de mes de las  “5 S“. El mes de los superhéroes.

Porque conseguir todo esto no es de personas de carne y hueso sino de auténticos fuera de serie.

Alguien en esta casa “muy espabilado”, se percató que nuestros volúmenes de comisiones estaban por debajo de lo esperado. ¿Por qué? Porque vendimos seguros plurianuales “a cascoporro” y ahora pretenden que nuestras cuentas de resultados no se vean afectadas.

En la Dirección se echaron la manos a la cabeza y enseguida encontraron  la solución:

LAS 5 S, LAS 5 S
gritaban

Resulta indiferente si captas un cliente, una cartera de fondos de un millón de euros, una cartera de  valores de 3 millones, una promoción de 8 viviendas o un factoring de 10 millones. Si no lleva seguro, no sirve de nada. Si no lleva alarma, no sirve de nada. Y no estamos exagerando, porque en las primeras reuniones a finales de mayo para explicar tan osado plan, nuestros directivos fueron los primeros que dijeron que lo único que valía durante este mes eran las 5 S; el resto simplemente no existe… eso de momento, pues, el próximo mes, otro espabilado se dará cuenta que nuestra cuenta de resultados se ha escorado a un lado y ahora hay que remar al lado contrario.

Pagaremos las consecuencias con los clientes, pero de momento quien primero las sufre son las oficinas donde los empleados terminan perdiendo el tiempo entre reporte y reporte, excel más excel, livemeeting, simplemente para ver que hemos hecho de las 10:45 a las 10:55.

La dirección no saben dónde invertir su tiempo.

Y por si acaso no fuera suficiente con los “tropecientos” reportes, hemos decidido  grabar  las conversaciones a los GBP no vaya a ser que  en un ataque de locura, les dé por llamar al “teléfono de la esperanza” en busca de un consejo que les permita soportar otro seguimiento más. ¿No se dan cuenta que contabilizamos más personas realizando el seguimiento (DAN, adjunto al DAN, banca privada… y ahora los responsables de banca premier de la DT) al otro lado de la pantalla, que GBP’s produciendo?

Y para rematar la faena,  tienen que escuchar comentarios del tipo:

“eres un destructor de valor”

Y esto lo podemos extrapolar a cualquier figura: EAP, GN, DIRECTOR, SUBDIRECTOR…

Los que están destruyendo esta empresa, esta DT y esta plantilla son Ustedes, porque cada día tienen la virtud de dinamitar la ilusión de personas que  se están comportando como auténticos superhéroes.

Siempre sacan pecho que nuestra entidad es un transatlántico donde clientes y empleados podemos estar seguros. Pero, ¿realmente estamos siendo bien dirigidos? Algo comienza a llamar la atención. Hemos tenido que dejar de comercializar algunos seguros plurianuales; han comenzado a llegar las primeras demandas por vincular los seguros de vida  a las hipotecas;  en la fila esperan los clientes con tarjetas revolving  con tipos de interés al 20% para presentar la demanda, y no nos sorprenderá cuando otros nos demanden por vincular la aprobación de su hipoteca a la contratación de una alarma.

Sólo esperamos que vayan tomando nota, y que empiecen  a gestionar a clientes y especialmente a empleados como se merecen: con cariño y respeto. Porque la ilusión es el mejor carburante para nuestro vehículo, y ustedes lo están perdiendo por el camino.

Como dicen en muchos de estos eventos y “saraos” que somos incapaces de denominar,  tal vez seamos un transatlántico, pero no olviden que hace poco más de 100 años un barco cuyo logotipo también era una estrella y que parecía insumergible, se hundió en el océano entre otros motivos por los deseos de mantener una velocidad excesiva con la que buscaban el record de velocidad en travesía.