¿Somos realmente una entidad socialmente responsable?¿De verdad nos han dado un premio
como mejor banca ética?

Si hiciéramos una encuesta entre todos los empleados
de la DT Cataluña la respuesta unánime seria NO.

No solo por la estrategia comercial que obliga a los empleados a explorar los límites normativos y del Código Ético de CaixaBank, para cumplir con unos retos inalcanzables marcados por la voracidad insaciable de nuestros (i)responsables comerciales, sino también por la arbitrariedad que preside la política disciplinaria, que pide unas sanciones u otras, por los mismos hechos, dependiendo del perfil comercial del empleado.

La realidad habla por sí sola cuando se puede despedir a un empleado que, supuestamente, ha facilitado información a un cliente que no es titular de los datos solicitados. Por un minuto de conversación, por un error, por un descuido al dejarte el ordenador abierto con tu número,… y alguien puede decidir que te quedes sin trabajo y arruinarte la vida.

Lo más grave, es que para ello, no es necesario ni siquiera determinar si, efectivamente, tecleaste las consultas, tan solo es suficiente especificar que se hicieron en una sesión abierta con tu número de empleado.

¿O es que la Dirección se está aprovechando de oportunidades como ésta para despedir empleados que no les interesa?

Esta claro que a la empresa no le interesa la causa pero sí la oportunidad que ella genera: tiene una buena excusa para quitarse de en medio plantilla que comercialmente no le aporta todo lo que quisiera.

Y a todo esto ¿qué podemos esperar de la Territorial? ¿Creéis que van a dar la cara por aquel empleado que no es de su agrado? Pues no, todo lo contrario. Se vuelve cómplice y anima a «la quema».

El cinismo de los responsables de nuestra DT es infinito.

Sí que piden comprensión y segundas oportunidades para “otro” perfil de empleado, aquel perfil marcado por un estilo de «liderazgo» basado en las desmesuradas presiones, traspasando todas las líneas de respeto y educación personales y profesionales debidas o llegando a instaurar, incluso,  “un estado de terror”.

Esta claro que segundas oportunidades y comprensión nos las merecemos todos, sí señores, también y especialmente aquellos que sólo han cometido un error en el ejercicio de su trabajo y no han hecho ningún mal a nadie y, aún así ¿debemos interpretar que cuando las víctimas somos los empleados nada importa? Porque créannos que esta es la impresión que da la política de Recursos Humanos de nuestra DT.

¿Con qué legitimidad los directivos de nuestra DT nos piden un esfuerzo extra?
¿Qué aportan ellos como responsables comerciales para alcanzar los retos del 140{bcfbf1485f9100f47f1c83ce8af034297ed6abd9d638c2b9183a92c48ec6690c}?

Ya sabéis la respuesta, su aportación es nula, no va mas allá de la aplicación de toda suerte de técnicas de presión. Llegando incluso a inducir a incumplir la normativa, pedir reportes a todas las horas del día, animar a los empleados a constituir contratos sin la presencia del cliente, exigiendo compensaciones comerciales para aprobar préstamos, forzar los cuestionarios de las MIFID para poder cumplir con los retos impuestos o insistir a las oficinas que se financien seguro plurianuales.

Pero ellos nunca pagan por ello, nunca
se les abre un expediente disciplinario.

Delante de estos hechos solo se puede actuar de una manera, trabajar escrupulosamente dentro del marco normativo y del código ético que determina CaixaBank, sin tener en cuenta retos, campañas o ranking. En ninguna cláusula de nuestro contrato de trabajo recoge la obligación de cumplir con ningún reto, ni el 100{bcfbf1485f9100f47f1c83ce8af034297ed6abd9d638c2b9183a92c48ec6690c}, y menos el 140{bcfbf1485f9100f47f1c83ce8af034297ed6abd9d638c2b9183a92c48ec6690c}. Y si algún responsable comercial se pone nervioso porque no se cumple con los retos y quiere poner en práctica dudosas estrategias, que las ponga por escrito.