SECB DEMANDA A CAIXABANK POR INCUMPLIMIENTO PROTOCOLO CONCILIACIÓN

SECB nos vemos obligados a volver a los tribunales para denunciar incumplimientos del Plan de Igualdad y el Protocolo de Conciliación, expresando nuestra profunda preocupación y decepción ante la actitud de CaixaBank, donde el trato dispensado a los empleados ha alcanzado niveles inaceptables.

En este contexto, SECB queremos dejar claro que no vamos a consentir que se vulneren los derechos que con tanto esfuerzo hemos conseguido alcanzar a lo largo del tiempo.

Nuestro Protocolo de Conciliación firmado en el 2020 recoge expresamente la posibilidad de disfrutar de flexibilidad de 1 hora diaria, también en la hora de la comida, flexibilidad que ahora se está denegando por razones organizativas en los centros HLS.

¿Quiere esto decir que ahora ya no queremos que se llame a los clientes en la hora de la comida?

¿Es que acaso los clientes han empezado a bloquearnos como a las operadoras?

Esta es la segunda demanda que interponemos en el último año debido a los reiterados incumplimientos del Plan de Igualdad y resulta alarmante observar cómo la empresa, que en otro tiempo fue reconocida y respetada, ahora parece haber perdido toda identidad y valores fundamentales. Nos encontramos ante una situación en la que la responsabilidad y el compromiso social han sido relegados a un segundo plano, poniendo en peligro la igualdad entre los trabajadores y la paz social.

A pesar de nuestros esfuerzos por defender por la vía amistosa los derechos de una plantilla exhausta y desmotivada por el rumbo que está tomando la entidad y de nuestras anteriores demandas, que nos dan la razón (leer hoja aquí), nos encontramos una vez más en la obligación de tener que recurrir a la vía legal para exigir respeto a nuestros derechos.

Por ello, interponemos demanda ante el SIMA sobre este grave incumplimiento.

No sabemos a quién atribuir la responsabilidad directa de esta situación, pero es crucial que alguien ponga fin a estas actuaciones que socavan la esencia misma de nuestra empresa. No se puede vender un compromiso social y, a la vez, incumplir de manera sistemática los acuerdos esenciales que garantizan la igualdad y el respeto en el entorno laboral.