Hace unos pocos días se produjo la integración de casi 800 oficinas en todo el territorio nacional.
EL resultado es, sin duda,
incontestable ¡Un DESASTRE!
Son muchos los motivos por los que lo del pasado día 7 de diciembre es más una desintegración que una integración:
OFICINAS COLAPSADAS DE CLIENTES
Las oficinas están colapsadas de clientes, por cierto, no muy contentos por las colas, por la eliminación de la caja en poblaciones donde no hay otra oficina, porque no les funciona ‘casi nada’ de lo que hace unos días sí lo hacia: tarjetas, libretas, libretas recién actualizadas que no van o que están bloqueadas por ‘contratos marco’, KYC’s,…
EMPLEADOS SOPORTANDO INSULTOS Y VEJACIONES
Los empleados estamos soportando una cantidad brutal de reclamaciones de clientes. Los gritos, los insultos y la mala educación de algunas personas se está haciendo insoportable en las oficinas, donde el ambiente se caldea por momentos…
Clientes histéricos fuera de sí, aporreando las puertas, golpeando los cajeros, escupiendo en el interior de las oficinas ¿Cuántas veces tendremos que apretar el botón de seguridad para que la dirección de esta empresa abra los ojos ante lo que está pasando?
Los empleados no tenemos por qué aguantar las amenazas, agresiones, insultos y vejaciones de nadie
¿lo tienen ustedes claro?
OFICINAS COLAPSADAS POR OPERATIVAS
Las oficinas están COLAPSADAS porque no funcionan muchas operativas. Cuando no es la digitalización, es que el TF no arranca, o que los empleados no están autorizados a abrir el TF, cajeros bloqueados o directamente sin funcionar, operativas que no marchan… ¡LA PEOR INTEGRACIÓN JAMÁS VIVIDA!
OFICINAS COLAPSADAS POR PERIFÉRICOS
Las oficinas están COLAPSADAS porque no funcionan muchos periféricos. Desde monitores sin cableado para los distintos tipos de tablet, desde impresoras que no se detectan hasta puestos sin configurar…
PRESIÓN COMERCIAL
Y lo que les faltaba a las oficinas, es que NADA AYUDAN las llamadas de algunos DAN con el ‘¡Qué hay de lo mio!’, en referencia a la producción comercial.
Ya hay seguimientos, llamadas, y presiones varias, con argumentos de muy dudosa profesionalidad:
- Comparar a distintos compañeros en función de su entidad de origen, argumentando que unos venden mucho más que otros.
- Que los nuevos compañeros tienen que » ponerse las pilas » rápido o lo van a pasar muy mal.
- Que van a realizar tutorizaciones por parte de unos compañeros con respecto a otros.
Y con esto vienen las malas prácticas como ‘prometer a los clientes una promoción que todavía no ha entrado en vigor, con el compromiso de que ‘sí que entrarán en la campaña’, ‘vender pensando en grande’, independientemente del cliente.
¿Saben qué es lo que están consiguiendo?
Que el clima laboral sea irrespirable, que se enfrenten compañeros de una misma oficina, que el estrés esté por las nubes… ¡están creando muchísimas adhesiones a futuros ERE’s o simplemente las ganas de abandonar esta empresa en cuanto se pueda!
¿Se ha cuantificado cuánto negocio se está perdiendo? ¿Y cuántos clientes? ¿Y la tensión extra de la plantilla? Esto, ¿importa a alguien en CaixaBank?
Por no hablar del nuevo modelo de negocio…