Un año tras otro los beneficios en CaixaBank alcanzan récords históricos….
igual de históricos que la presión a la plantilla, que no cesa, que es la causa de la pérdida de motivación y orgullo de pertenencia.

Porque la banca gana,
pero la plantilla y los clientes pierden

Objetivos que crecen año tras año sobre una clientela hastiada de que solo se le atienda para venderle. El servicio al cliente ya no importa, resolverle sus problemas ¡¡ya no importa!! Sólo importa el beneficio, que crece año tras año, cueste lo que cueste.

Porque de la misma forma crece una presión insana que ya no motiva, más bien se siente como un látigo que no permite levantar cabeza y que mantiene una plantilla estresada y doblegada para obtener este beneficio.

Un beneficio para el que todo vale con tal de que la venta se haga, de que ese beneficio aumente.

CaixaBank tiene una red comercial desmotivada, atrapada en su sueldo como en una jaula, pero que sueña con un plan B o en una pronta prejubilación.

Y piensan que lo importante lo han conseguido:
Han incrementado un 30% su beneficio

Pero…
¿nadie se da cuenta de lo importante que es su plantilla?
¿Cuándo van a empezar a cumplir lo que están prometiendo?
¿Cuándo van a empezar a cuidarla un poco?
¿Hacerles sentir ganas de ir a trabajar?
¿Levantar un poco el pie del acelerador?

Los retos ya no son realmente los retos… ahora solo vale la excelencia.

MÁS PRESIÓN

Metidos en una espiral de rankings donde ya no vale ser bueno, ¡ni siquiera ser excelente! debes estar por delante de los compañeros, en una competición sin fin, que nos tiene agotados.

Pedimos que en un año de tipos de interés al alza, donde el negocio bancario vuelve a cobrar sentido, devuelvan la alegría a la plantilla y su vocación de servicio.

Quizás sea mucho pedir pero esperamos que ahora que la banca gana, su plantilla y sus clientes ganen también.

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