En medio de esta voracidad infinita que somete a las oficinas, el número de empleados disminuye y se incrementa el de capataces, que con ideas dignas de «Pepe Gotera y Otilio», pretenden que menos vendan más,
Así se ha incorporado un DC nuevo que afirma tener un método infalible (Dios nos guarde de los poseedores de la verdad absoluta) junto al ya conocido DC y su «qué puedo hacer por ti» (¿no te vienen escalofríos al oír la pregunta?).
Cuáles son sus atribuciones no lo sabemos, solo tenemos claro que no tienen ninguna responsabilidad directa de negocio, las tiene el adjunto al DT, que es responsable de B. de Particulares, Premier y Negocios, que antes tenía el DT y que ya no tiene.
Esto se traduce en un mayor control, más llamadas, más reuniones, más tiempo hablando de que hay que hacer.
Y con tanta mente brillante, las formas de presionar toman formas realmente creativas, más dignas de una gincana que premia la creencia ciega y la obediencia absoluta, que la de una empresa que promociona el talento y la iniciativa.
- Tenemos el juego de las banderas, como si fuera una 6/49. Para ganar la bandera verde hay que vender, en la relación correcta, los 5 productos de la semana.
- Tenemos el enfoque, ya no vale vender y decir que has vendido, ahora hay que decir cuál es el producto del enfoque, a cuántos clientes has «enfocado» y cuál es la producción final. Digamos que la moda del 365 ha pasado a la historia.
- Tenemos las agendas llenas de colores, hay que tener 5 ó 6 visitas planificadas cada día o puedes quedar retratado en cualquier reunión.
- Tenemos los talleres de formación, que se programan no con el espíritu de mejorar el conocimiento de determinado producto, sino como una tarde de castigo, sólo para las oficinas que no van bien.
- Tenemos los mensajes motivadores tipo, «si con tres meses no hay resultados haré cambios». Esto podríamos decir que se trata de un chantaje.
Podríamos continuar, pero todas estas malas prácticas tienen un objetivo común, presionar, crear tal desazón que muchos compañeros transgreden la normativa y el código ético de la entidad sólo para no ser víctimas del escarnio público que significa poner cero producción al conecta, o que no te quede la casilla en blanco en la pizarra del team room de la store.
Por eso, queremos recordar la última hoja que publicamos sobre malas prácticas comerciales que auditoría persigue y que nunca abre expediente disciplinario a aquellos responsables comerciales que promocionan estas prácticas, aprovechamos esta hoja para reivindicarlo.