SECB

Una de Gángsters

Hace unos días sacamos una hoja sindical, «Aunque no robes» denunciando los expedientes disciplinarios por baja productividad.

No era novela negra, era la cruda realidad a la que ha tenido que enfrentarse una empleada de esta empresa.

Era tal el despropósito que
no nos lo podíamos creer.

A pesar de que existía una voluntad clara de sancionar, nuestras gestiones, comparecencias y advertencias a la Dirección dieron su fruto y, el expediente que se orquestó para despedir a nuestra compañera por baja productividad, se ha cerrado con una amonestación.

La verdad es que los argumentos que usaron decían poco a favor de quien los maquinó:

  • Basar la disminución continuada y voluntaria en el rendimiento del trabajo en la caída de la producción durante la etapa de confinamiento.
  • Centrar la baja productividad en una persona sin cartera de clientes propia que tiene que dedicarse 3 horas al día a tareas de caja
  • En una oficina de una localidad turística donde la mayoría de los comercios aún siguen cerrados.
  • Ir a por una empleada que no se ausentó por el COVID19, aún siendo colectivo de riesgo, que no se le ha valorado por el EPC desde 2018 y que cobró el bono de 2019, cuatro meses escasos antes de abrirle expediente.
  • Seleccionar las ratios de gestión de la oficina que le perjudicaban, y omitiendo los que le favorecían.


Pues sí señor, estos eran los argumentos, ¡Con un par!

Lo hemos logrado, hemos conseguido parar un despido pero, a pesar del éxito de nuestras acciones nos queda la sensación de haber ganado esta batalla, pero que la guerra continua y que el viento sopla de ese lado.

Tenemos una DT, que ha abierto la caja de los truenos,
y va primera destacada, pero pronto le seguirán las demás.

 

Podríamos pensar que la empleada respira tranquila pero no, ahora le atisba la sombra del miedo, ya que, ya le han avisado de que se le ‘seguirá de cerca’… – Capisci?

Señores de Dirección, no envíen emisarios para comunicar las sanciones como si fuesen  parte de la «Cosa Nostra», basta de películas. Hagan su trabajo, ayuden a los empleados a hacer el suyo y déjense de poner palos a las ruedas. Utilicen los EPC, acuerden planes de mejora… en definitiva, GESTIONEN. Y si les sobra gente, no mareen la perdiz, hagan ofertas para que quien quiera pueda irse voluntariamente, y déjense de EREs encubiertos,… ¡ya está bien!

Recuerda, si te encuentras en una situación parecida debes
contactar con tu representante del SECB lo antes posible.

 

Cristina