Señoras –pocas aún- y señores de la alta Dirección de CaixaBank, ahora que está de moda el término compromiso o como gusta a los anglófilos “engage”, queremos que conozcan las distintas acepciones de esta la palabra, que se manejan en la Dirección Territorial de Andalucía Occidental y que, en parte, son un reflejo del clima laboral que impera en este territorio.
Pero existe un problema importante de concepto, ya que en la DT (DC y DAN incluidos), gestionan su propia interpretación del término, de manera que, cada vez que iniciamos una campaña, renting, extracomisión, Samsung, etcétera, aparece la palabra “compromiso”.
Es muy simple, se trata de comprometerse a un número de ventas ante los DAN, ya sea por escrito, por correo, por link o verbal, que siempre el DAN se encargará de tomar nota de este para luego exigir su cumplimiento.
Este es un juego peligroso pues, cuando la consecución depende de la voluntad de un tercero, no hay certeza de alcanzarla. Asumir un compromiso directo (en lugar de hablar de expectativas), da opción a exigir lo comprometido y muchos DAN lo hacen sí o sí. Es entonces cuando aparecen las frases grandilocuentes… “tú te comprometiste”, “tú verás cómo lo haces”, “me has decepcionado”, “no tienes palabra”, etcétera. En definitiva compromisos vacios que generan tensión en la plantilla y que, desafortunadamente, en algunas ocasiones pueden llevar a actuar de manera incorrecta
Sean ustedes conscientes que la plantilla está comprometida, que se encuentra alineada con los objetivos de la entidad, que, incluso en contra lo recogido en el Convenio Colectivo que nos ampara, algunos compañeros trabajan muchas más horas de las que deberían por un sentimiento de compromiso propio desenfocado o adulterado por la presión comercial. Pero, este compromiso es de los empleados con la empresa no con las veleidades de algunos (DAN, DC o DT), que en su ansia por la foto/bonus pierden las formas, desorientan y desaniman a la plantilla.
«¡No te enteras!, deja eso que ahora
toca Samsung, o Fiat o Viajes…
Es obvio que en esta DT lo de detectar las necesidades de los clientes y el negocio que arrastran -como no coincida con la campaña de turno-importa poco (en este punto se pueden vds. ahorrar la formación porque visto lo que se nos pide…). Estamos ante el desenfoque propio de quién vende caja de lápices de colores y le da por vender sólo los lápices rojos, dejando atrás el resto de colores y por ende el resto de oportunidades.
¿Y cuál es el compromiso de esta DT con la plantilla?
En el periódico El País, aparecía hace unos años un artículo de José Ignacio Jiménez, que venía a decir:
“El compromiso de los trabajadores refleja la implicación intelectual y emocional de éstos con su empresa, y con ello su contribución personal al éxito de la misma. Los trabajadores comprometidos comparten una serie de creencias y actitudes que vistas en su conjunto reflejan el aspecto clave de la salud de la empresa”.
El compromiso es un camino de doble vía entre empresa y trabajador. A la empresa le conviene el compromiso del trabajador y a éste ser convenientemente retribuido por ello. La empresa debe siempre tener en cuenta que el trabajador, antes del compromiso hacia la empresa que le contrata, tiene un compromiso con su profesión y su carrera.
Imagínense a un entrenador al que sólo le valen los goles marcados en los minutos 5 y 60 del partido, y que además deben ser con el pie izquierdo y chutados a más de 20 metros de la portería pero a menos de 30 metros, ¿cómo se sentirían ustedes si fueran los jugadores? ¿frustrados? Pues así funciona esta Dirección Territorial y estamentos inferiores.