SECB

El Mundo al Revés

Vivimos en una contradicción constante, vivimos en un mundo al revés.

Mientras que se aconseja a toda la población que extreme sus movimientos, que no salga de casa, que limite sus contactos,… nosotros, en CaixaBank, hacemos lo posible e imposible, porque vengan cuantos más clientes mejor.

Esto es más grave cuando lo que hacemos, es que sean los más frágiles a esta pandemia, los que vengan a las oficinas.

¿O ya nos hemos olvidado
de la campaña del Salud Senior?

Unos lo llaman factor productivo, otros SCA, otros el priorizador… pero las entrevistas hay que hacerlas, sí o sí.

¡5 entrevistas mínimo al día!

Lo que nadie quiere ver es que los clientes cada vez quieren venir menos a las oficinas ya que ¡saben que los sangramos!

Por otro lado, dada la inestabilidad económica actual, el sentido común nos dice que deberíamos de ahorrar,

¡el que pueda hacerlo!, claro.

Pero en CaixaBank atiborramos a los clientes con productos de verdaderos primera necesidad, como son móviles de 1.500€ – con seguro que sino «no se puede vender», con seguros de salud de 150€/mes, con alarmas de 50€/mes, y con mil y un artículos sin los que nuestros clientes pueden vivir.

Pobre de cliente que se acerque a una oficina en estos momentos,

¡se lleva un Samsung S21 puesto!

Pobre del que tenga la más mínima necesidad financiera, ¡se lleva un Samsung S21 puesto! y algo más.

CaixaBank ha cambiado
¡Se ha dejado el alma por el camino!

No respeta a los clientes, es más, cada día hay cientos de ellos que se quedan por el camino y cambian de Entidad, por no decir a los que está empobreciendo vilmente.

No respeta a sus empleados a los que deja a su suerte cada día en las oficinas, a los que con la boca pequeña habla de medidas anti Covid, pero niega el teletrabajo sistemáticamente, anula los turnos en las oficinas y presiona con unos objetivos comerciales inalcanzables. Por no hablar de los recortes sistemáticos de derechos que ocurren en cada negociación y las amenazas diarias con ERE’s, despidos y, con su última arma, Bankia… ¡Que viene el lobo!, dicen.

No respeta al accionista. Los que aquí trabajamos no entendemos el cortoplacismo en el que vivimos, en el que es más importante la venta de un móvil que la concesión de una cuenta de crédito o una hipoteca. La cuenta de resultados es un verdadero galimatías y solo los ajustes contables hacen el resto.

En definitiva, no se respeta ni a sí misma, ya que todos los que estamos en este barco sabemos que «la cosa no va bien», sabemos que este no es el camino, y sabemos que el rumbo que nos han marcado, solo beneficio a unos pocos.

Estamos seguros que cuando todo esto esto caiga, esos que nos están llevando al abismo, se irán con las manos llenas a otro lugar.

Los directivos que nos mandan, se han convertido en expertos en llevar a la plantilla al límite, en sangrar a los clientes de la forma más cruel posible, más aún en la actual situación, y todo ello, buscando la maximización de su beneficio, su salarios y sus variables.
¡La plantilla NO puede más!
¡No nos merecemos una Empresa así!

 

RAFA MANRESA