Hay bonus y bonus… Y desgraciadamente la diferencia entre unos y otros es abismal. Al menos en la Territorial de Madrid. Quizás te preguntes: ¿Cómo se consigue un buen bonus en nuestra Entidad?
Claves para obtener un buen bonus
Aquí tienes las claves del modus operandi más típico de los directivos de nuestra territorial para obtenerlos:
- Presionar sin límites a los empleados que están en las trincheras. Y de forma constante, da igual que sea dia 1 ó 30, enero que diciembre.
- Amenazar para que consigas tus objetivos.
- Acribillar con emails a la plantilla y parapetarse tras el ordenador. Si pueden ser 15 correos mejor que 10.
- Llamadas mañana, tarde y noche para tensionar a los empleados.
- Reuniones, cuantas más, mejor. Da igual la calidad, importa la cantidad.
- Comparar constantemente oficinas y compañeros, si además se les puede ridiculizar, pues se hace.
Es muy sencillo utilizar este tipo de recursos,
no hacen falta grandes aptitudes personales.
Es el camino fácil cuando no se tienen las habilidades que todo buen directivo debería tener: capacidad de liderazgo y motivación.
Si además existe un buen bonus a corto plazo, utilizar la metodología anteriormente descrita acaba de complicar la situación para el empleado que la recibe: estrés, angustia, desmoralización, bajada de autoestima…
La presión comercial y las ventas siempre han ido de la mano. Pero la presión natural y sana, esa que te hace agudizar tus sentidos y concentrarte al máximo, la que te compromete con la causa y con los objetivos a alcanzar. Desafortunadamente no es la que tenemos en nuestra territorial. Sino todo lo contrario.
El uso del miedo, ese gran recurso para exprimir a la plantilla que desgraciadamente se ha instalado en el ADN de nuestra empresa, consigue buenos resultados a corto plazo, pero corta de raíz cualquier capacidad de obtener grandes logros a largo plazo. Aunque lo que parece que importa únicamente es el bonus del directivo.
Hay demasiada presión las oficinas para, además, aumentarla por alguien que quiere llevarse la mejor tarjeta regalo, el viaje soñado o el mejor bonus.
Y el empleado de CaixaBank en Madrid, según transcurre el tiempo, se va dando cuenta que está solo, que no tiene apoyos por parte de su DAN, DT ni de la DG. Todo son exigencias y presión desmedida, mayores cuanto mayor es el premio que recibe el directivo.
Ya es hora de aplicar los grandes valores que la Entidad vende a nivel institucional hacia sus propios empleados. La plantilla se merece directivos, no ejecutores.
Utilizar las malas artes y el látigo es muy fácil, y muy rentable para algunos, pero tremendamente perjudicial para la vida de muchas personas y sus familias que merecen otra forma de encarar el día a día.
Todos estos aspectos se los comunicamos al Territorial de Madrid en la reunión que mantuvimos en la reunión que mantuvimos el pasado 16 de abril. Es a él al que le toca mover ficha.