Desde SECB llevamos años haciéndonos eco de la vorágine comercial y de sus consecuencias disciplinarias.
Nunca creímos que tendríamos que sacar una hoja sindical en estos términos, pero esto está pasando en nuestra empresa:
Poner un garabato en el lugar designado para la firma del cliente en documentos con o sin transcendencia económica (Contrato de cuenta, contrato marco, Plan-A, etc.) para CaixaBank es una FALSIFICACIÓN DE FIRMA.
Además, este hecho es considerado como una falta muy grave, que te costará el puesto de trabajo e incluso puedes ser perseguido penalmente.
Y es que antes de las Tablet los documentos se quedaban sin firmar…
era feo, sancionable,
pero no era un delito.
Ahora si un cliente pone una reclamación, si sale en una auditoría, si tenemos una inspección de la CNMV… las consecuencias son letales. CaixaBank se protege ‘depurando’ responsabilidades internamente, para demostrar que es ‘implacable’ con los incumplimientos.
El colmo del cinismo.
Y es que cuando Cumplimiento Normativo traslada la presión regulatoria, con más y más requerimientos de documentación (KYC, MiFID, LOPD, etc.) las campañas comerciales no aflojan y la realidad es que los empleados acaban rellenando formularios normativos en vacaciones y fines de semana, poniendo un garabato para que ‘cuente’ como cumplimentado.
Y luego se descuelga la Asesoría Jurídica, en pro de proteger a la Entidad de querellas por falsificación,
pidiendo la sanción máxima
para sus empleados.
Entérense que no son imitaciones de firma con ánimo de falsificar, que son solo garabatos, que no hay dolo falsario, ni ánimo de imitar la firma con fines espurios, que no se hace en perjuicio de nadie, que tan solo es que el tiempo no da para más.
Señores de la Dirección, ¿en serio no van a hacer nada para proteger a sus empleados?