Acabamos de empezar el mes de marzo y aunque parezca mentira, todavía no tenemos retos. Pero al ritmo al que vamos, ¿para qué los queremos?

¡Vamos camino de triplicar al institucional!

¿Qué empresa una vez consumidos 2 meses del año no tiene definido sus objetivos? ¿Cuál puede ser la finalidad de esta práctica? Nosotros lo tenemos claro…

Lo que sí es cierto es que esto empieza a ser una práctica más que habitual ya que cuando no tenemos las bases en julio, nos las modifican en octubre, o cuando no las incumplen clarisimamente… así ¿quién puede organizarse?¿Cómo se puede trabajar sin saber hacia dónde queremos ir?

Esta situación está dando lugar a los que «algunos aventajados», los primeros de la clase, pidan lo inimaginable. A fecha de hoy, en algunos territorios se está pidiendo producción que duplica algunos retos de 2019.

 

¿Por qué en la DT AND.ORI.MURCIA se piden retos estratosféricos y tan alejados de lo que se pide desde Barcelona? ¿Por qué tenemos que aceptar que hay un reto distinto del reto institucional? ¿Por qué las exigencias comerciales de los empleados son distintas dependiendo de su DT? ¿Por qué se nos oculta sistemáticamente el ranking de la DAN/DC/DT y solo se nos muestra cuando no vamos los primeros? ¿Por qué se aprieta en las campañas como si no hubiera un mañana? ¿Por qué se pretende alcanzar el reto en mayo en SCA?

La situación en la red es insufrible,
inaceptable, e inaguantable.

De risa es el pago de los premios asociados a esas campañas, los cuales:

• Se posponen muchos meses después de su cumplimiento para luego incumplir las fechas en las que se dijo que se pagarían,
• Cuando no se realizan «ajustes desconocidos de última hora» que afectan negativamente a miles de empleados,
• No se atiende prácticamente ninguna excepcionalidad ni caso particular aunque esté debidamente justificado.